Llevo un tiempo que parece que me han bajado las defensas, además últimamente me duele todo mucho.
Cuando pensamos en nuestro sistema inmune, todos lo vemos como el superhéroe de las peliculas que siempre acaba ganando a los malos. Nos defiende de las enfermedades y las agresiones externas que recibimos, sin embargo, el sistema inmune no solo tiene reacción hacia cualquier pequeña agresión provocando inflamación, calor o dolor, también influye en hacer que el dolor se llegue a cronificar.
En un momento agudo, el sistema inmune se activa provocando esa inflamación, llevando más sangre a la zona para la regeneración celular haciendo que duela. Pero se lleva tiempo estudiando, y viendo el papel tan importante que tiene el sistema inmunológico, en el dolor crónico, tanto en el SNC (sistema nervioso central) como en el SNP (sistema nervioso periférico).
Pues bien, el problema está en que esas defensas que nos tienen que proteger, no son capaces de diferenciar entre proceso agudo y crónico. Entonces la señal de alarma se mantiene, y empiézanos a sufrir cambios que provocan un aumento de la información que se transmite.
Esos cambios debido a la cronificación, van a influir directamente en nuestro sistema inmune, aumentando su actividad, aumentando el dolor y produciendo un círculo vicioso que la solución está en un trabajo a nivel del sistema nervioso y poder modificar los patrones de comportamiento.
Juan R. Carrasco Martínez.
Fisioterapeuta.
Osteopata.
Master TMO en el tratamiento del dolor.