¿Vivir sin dolor?

Estoy harta de que me duela todo continuamente, no recuerdo cuando fue la última vez que no tuve dolor. ¡Cómo deseo vivir sin dolor!

Cuando hablamos de dolor siempre pensamos en algo desagradable o una mala experiencia, que deseamos eliminar. No hay ninguna duda de que las personas que sufren dolor y mucho más aquellas con dolor crónico, tienen la necesidad de reducir la sensación de dolor, para mejorar o tener una mínima calidad de vida.

Pero si me gustaría que supierais que no todo el dolor es malo, sino que también está el dolor bueno. Y ahora llega la pregunta ¿pero cuál es el dolor bueno?, es fácil de entender si nos fijamos en cuál es el fin del dolor.

Basándonos desde el punto de vista de la supervivencia, el dolor es una llamada de atención, esa alarma que nos advierte que algo no va bien, el ejemplo claro está, en lo que ocurre cuando nos acercamos al fuego, los receptores de la piel informan al cerebro de que si sigues acercándote te vas a quemar, con lo que reaccionamos antes de llegar a lesionarnos.

¿Sería posible una vida sin dolor?, simplemente acabaríamos quemándonos, de hecho existe una enfermedad por ausencia de la sensación de dolor “ insensibilidad congénita al dolor”, es muy rara pero existe, y su esperanza de vida es muy inferior al resto de personas “ normales”.

Entonces, ¿el dolor es bueno o es malo?, las dos opciones son correctas, desde el punto de vista sanitario, lo que hay que conseguir es, que el dolor malo pase a ser bueno, en lugar de eliminar por completo el dolor.

La vida sin dolor no es, me temo, una opción viable.

Juan R. Carrasco Martínez.

Fisioterapeuta.

Osteopata.

Master TMO en el tratamiento del dolor.