Nutrición y dolor

Partiendo de la base que no soy nutricionista y ni siquiera un experto en el ámbito de la nutrición, si es un tema que me gusta y me he preocupado de aprender, ya que mis pacientes me preguntan sobre la influencia que tiene la alimentación en su dolor, y hasta qué punto pueden influir en su dolor si cambian algunos hábitos alimenticios.
La relación entre dolor y alimentación, aunque es compleja es muy interesante y requiere que se haga de una manera individual y personalizada.

El dolor crónico, puede afectar a nuestra alimentación y por consiguiente a nuestros valores nutricionales, la dieta también afecta a la intensidad y la evolución del dolor.

En situaciones de dolor crónico, lo que ocurre es que las células de nuestro organismo tienen un exceso de sustancias oxidativas, de esta forma la acumulación de residuos en nuestros tejidos es mayor, al sistema nervioso y al sistema cardiovascular no le gusta nada que esa situación se prolongue, y por eso está implicado en tantas enfermedades. Para poder bajar los niveles oxidativos del organismo se necesitan antioxidantes, podemos obtenerlos de muchas maneras pero la principal es por la alimentación, sobretodo encontraremos antioxidantes en los vegetales.

Teniendo en cuenta que la obesidad está relacionada con el dolor, a mayor sobrepeso mayores son los dolores, ocurrirá lo contrario si bajamos de peso, los dolores disminuyen.

Lo normal es que en la relación alimentación sobrepeso, la ingesta de calorías exceda al consumo de estas, además suelen ser azúcares, grasas saturadas y alimentos procesados o refinados.

En general una alimentación equilibrada, ajusta en calorías y con predominio de alimentos vegetales en comparación con los animales, evitar alimentos procesados y una buena hidratación, sería suficiente para obtener un equilibrio nutricional.
En el caso del dolor, hay que hacer hincapié en aumentar los alimentos antioxidantes y antiinflamatorios, como por ejemplo vitamina (A,C,E) y minerales (Selenio, Zinc, cobre), o las grasas de tipo Omega 3. Pero también hay que tener en cuenta, intentar eliminar de la dieta los alimentos pro inflamatorios como azúcares, grasas saturadas o el Omega 6.

Hay que hacer mención a algo que hoy en día está tan de moda como la intolerancia alimenticia, no se sabría decir hasta qué punto puede llegar a influir en el dolor, pero sí que los trastornos gastrointestinales son frecuentes en pacientes con dolor crónico, en este sentido hay que tener en cuenta ponerse en manos de un profesional, ya que el asesoramiento tiene que ser adaptado a cada paciente.

Dejo este post abierto a comentarios para que podamos ir ampliando la información entre todos, muchas gracias

Juan R. Carrasco Martínez.

Fisioterapeuta.

Osteopata.

Master TMO en el tratamiento del dolor.