Juan, he ido al médico y me ha dicho que no tengo nada,entonces, ¿por qué me duele?.
Es muy habitual encontrarme con esta pregunta, y después de estar investigando y formándome en el ámbito del dolor, puedo decir que la gran parte de estos trastornos se caracterizan por alteraciones en el sistema nervioso central, es decir, que nuestro cerebro no es capaz de diferenciar todas las señales y la información que le llega.
No somos capaces de controlar el dolor, porque los mecanismos que tenemos para ello no funcionan bien. Además no podemos olvidarnos de factores presentes en nuestro día a día que nos influyen de una manera negativa aumentando la sensación de dolor. Me refiero por ejemplo a problemas psicológicos, el tener una vida sedentaria, estresante o una alimentación inadecuada, estar siempre pendiente de nuestro dolor o dejar de hacer el movimiento por miedo a hacernos más daño… todos ellos son aspectos que mejorarlos está al alcance de todos y nos permitirían tener una mayor calidad de vida.
Cuando el médico nos dice que no tenemos nada, nos está dando una información real, que a nivel de pruebas de imagen ( radiografía, resonancia magnética, etc…) no hay motivo para el dolor, pero ningún profesional que se dedique al dolor puede dudar de la existencia del dolor.
Entonces, ¿qué podemos hacer si el dolor existe y no hay lesión aparente?. Como hemos dicho antes, hay que tener en cuenta influencia de todo lo que nos rodea y cómo somos cada uno a nivel de personal, para poder llegar al origen de esa hipersensibilidad que afecta al funcionamiento del cerebro, que se encuentra alerta, vigilante hacia cualquier pequeño estímulo que nos pueda provocar dolor.
Poder combinar los tratamientos de diferentes especialidades como fisioterapia, psicológica, nutrición, y la práctica de una actividad física,cada uno a su nivel, nos va a provocar los cambios que deseamos para normalizar nuestro cerebro, bajando así esa hipersensibilidad y mejorando la sensación de dolor.
Juan R. Carrasco Martínez.
Fisioterapeuta.
Osteopata.
Master TMO en el tratamiento del dolor.